Cuando tuvo que elegir el rumbo de su vida, Rapretti decidió estudiar Química Biológica y se mudó a la Patagonia, primero a Trelew y luego a Puerto Madryn, para trabajar en el Conicet. Sin embargo, con el paso del tiempo, decidió darle una vuelta a su vida y abocarse a una de sus grandes pasiones desde chico: la cocina. Comenzó a estudiar gastronomía en el IAG y, ya como cocinero, comenzó a recorrer el país, primero fue por Ushuaia, donde vivió un tiempo antes de echar raíces en Puerto Madryn.
Hoy, con 47 años, Rapretti está al frente del restaurante En Mis Fuegos en la ciudad, punto considerado por sus propios pares como uno de los referentes ineludibles de la cocina de la Patagonia atlántica. Sin lugar a dudas, sus conocimientos sobre la química fueron un gran potencial que supo volcar en su trabajo en la cocina. “Cuando agarro una salicornia (una planta suculenta que crece en las costas de la Patagonia), sé que es muy alcalina, entonces imagino cocciones que no tengan más alcalinidad o pH. Al macerar unas sardinas, calculo las concentraciones de acético y los efectos que tendrá en el músculo. En todo eso, hay química”.
A la hora de definir su concina, Rapretti se explaya en lo variedad de productos y los distintos puntos donde busca cada uno. “Uso mero y salmón blanco, que traen pescadores artesanales de la zona. También la salicornia, soy fanático de los arroces, me gustan el cordero y las carnes de la zona. De unos cocineros amigos de Villa Pehuenia consigo un merken que es una maravilla. Compramos truchas del lago Musters y verduras de estación a un productor agroecológico cercano”.